Por Pablo Atencia Robledo
La integración del cauce del r?o Guadalmedina en la ciudad para uso ciudadano ha sido un debate muy recurrente en Málaga durante muchas generaciones, y ha dado lugar a todo tipo de pronunciamientos. El mes de junio pasado tuve la oportunidad de defender en esta columna la desaparición del cauce como espacio separador con el fin de que se convirtiera en un elemento integrador siempre que fuera factible desde el punto de visto t?cnico y econ?micamente viable.
Ya disponemos de un informe que, con matices, considera posible su embovedado y aprovechamiento para uso ciudadano. Ahora falta definirlo y cuantificarlo econ?micamente, y para ello debemos apartar el Proyecto Guadalmedina del debate simplista y visceral e integrarlo en la racionalidad y sentido común para, entre todos, promover un proyecto que permita combinar todas las buenas propuestas.
Ha sido un acierto que la Fundación Ciedes est? ahora liderando el debate. En la reunión del jueves pasado se acord? convocar un concurso de ideas para analizar los distintos usos y posibilidades bajo las premisas de que se garantice la seguridad y el m?ximo aprovechamiento. Es un proyecto que requiere grandeza de miras, lealtad institucional y ambición porque va a afectar al dise?o Urbanístico de la Málaga del futuro. Las propuestas que se reciban en el concurso conforMarín un Banco de Ideas sobre el Guadalmedina, y serán mostradas p?blicamente en una exposición que nos permitir? conocer las diversas soluciones t?cnicamente viables.
Muchos so?amos con que este espacio sirva de unión para los malagueños permitiendo una mayor fluidez y permeabilidad al trásito de los ciudadanos de un punto a otro de la ciudad mejorando la movilidad y ahorrando costes y tiempo. además revitalizar?a todo el entorno y se podr?an implantar nuevas zonas verdes, deportivas, de ocio y culturales.
* Este art?culo fue publicado el s?bado 28 de enero en la opinión de Málaga. Puedes consultar el art?culo publicado en el siguiente enlace.