Por Joaquín Gómez-Villares Pérez-Muñoz
Una vez más las irregularidades en torno al mundo del fútbol saltan a la palestra. La Comisión Disciplinaria de la FIFA ha decidido sancionar tanto a la Real Federación Española de Fútbol como al FC Barcelona por supuestas irregularidades en torno a traspasos e inscripciones de jugadores menores de 18 años.
El FC Barcelona ha sido sancionado con la prohibición de realizar traspasos nacionales e internacionales durante dos períodos de traspasos completos y consecutivos. Es decir, no podrá realizar traspasos en el verano de 2014 ni en el invierno de 2015. A ello se suma una multa de 450.000 francos suizos (370.000 €) y la obligación de regularizar la situación de todos los jugadores menores afectados en un plazo de noventa días.
En el caso de la RFEF, ésta ha sido sancionada con una multa de 500.000 francos suizos (410.000 € aproximadamente) y cuenta con un plazo de un año para modificar su marco regulador y el sistema de transferencia de menores vigente a día de hoy.
Pero, ¿qué ha llevado a la Comisión Disciplinaria de la FIFA a imponer tales sanciones? El artículo 19 del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de FIFA establece que los traspasos internacionales sólo están permitidos cuando el jugador alcanza la edad de 18 años. Entonces, ¿cómo es posible que se fichen a jugadores menores de edad como Messi que llegó al Barcelona con 13 años?
El artículo 19.2 del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de FIFA establece la posibilidad de realizar traspasos de jugadores menores de edad sólo en tres supuestos: 1) Si los padres del jugador cambian su domicilio al país donde el nuevo club tiene su sede por razones no relacionadas con el fútbol 2) Si la transferencia se efectúa dentro del territorio de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo y el jugador tiene entre 16 y 18 años de edad 3) Si el jugador vive en su hogar a una distancia menor de 50 km de la frontera nacional y el club de la asociación vecina está también a una distancia menor de 50 km de la misma frontera en el país vecino. La distancia máxima entre el domicilio del jugador y el del club será de 100 km. En tal caso, el jugador deberá seguir viviendo en su hogar y las dos asociaciones deberán otorgar su consentimiento.
¿Y cómo controla la FIFA que se dé cumplimiento a todas estas normas? En el año 2007 se crea una filial de la FIFA, denominada FIFA TMS, el órgano a través del cual han de realizarse las solicitudes para realizar una transferencia internacional de un jugador. Junto a esa solicitud, se deben acompañar obligatoriamente una serie de documentos como el contrato de trabajo del jugador o autorización de los padres.
La FIFA TMS controla que los datos incluidos en el sistema y la forma de proceder de los clubes y federaciones sea acorde a la normativa. Además, detecta e investiga casos de violaciones del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores y, en su caso, los remite a la Comisión Disciplinaria de la FIFA para que los valore.
Según la FIFA se ha constatado que la RFEF y el FC Barcelona habrían incurrido en incumplimiento de varias disposiciones relativas al traspaso y la primera inscripción de un total de 10 menores de nacionalidad extranjera en el club durante las temporadas 2009 y 2013, así como otras normas relativas a la inscripción y participación de ciertos jugadores en competiciones nacionales.
En este escenario, con casi toda probabilidad, el club azulgrana recurrirá en apelación ante la FIFA y en su caso, de ser denegado el recurso, llevará el caso ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).